Coro, la primera ciudad surgida en el Occidente, fundada por Juan de Ampíes el 26 de julio de 1527, bajo la denominación de Santa Ana de Coro, fue también la primera en tener Episcopado. El Obispo de Coro fue creado por el Papa Clemente VII en 1531 mediante la Bula “Pro excelentti praeminentia” expedida en San Pedro de Roma el 21 de junio de ese año. Su primer obispo fue Rodrigo de Bastidas, quien venía de ser Deán de la Catedral Metropolitana de Santo Domingo. Era hijo del Adelantado Rodrigo de Bastidas (1460-1526), navegante español que recorrió las costas de Venezuela y Colombia hasta Panamá y fundó a Santa Marta en 1525.
No obstante haber sido designado en 1531 Obispo de Coro, Rodrigo de Bastidas no tomó posesión de la Diócesis sino en 1536 y a la muerte del Gobernador Welser Jorge Spira en 1540, la Audiencia de Santo Domingo lo nombró Gobernador interino de la provincia y en 1542 fue promovido al obispado de Puerto Rico.
Durante la Colonia los Obispados de Venezuela dependieron de Santo Domingo, Puerto Rico y Santa Fe de Bogotá, hasta 1804 cuando se creó el Arzobispado de Caracas con jurisdicción en todos los Obispados de la Capitanía General de Venezuela. Vale decir que por real Cédula de Felipe IV, fechada en Madrid el 20 de junio de 1637, la silla episcopal de Coro fue mudada a Caracas por el Obispo Juan López Agurto de la Mata.
Antes de la creación del primer Obispado, las Misiones venían desde 1500 asistiendo en los servicios religiosos a los españoles y cristanizando a los indios. Los negros cuando se implantó la esclavitud en Venezuela también fueron adoctrinados en el evangelio y al efecto se crearon las Capellanías de Negros en las Haciendas y sus propietarios, conforme a las constituciones sinodales en 1687, estaban obligados a sostener al Capellan y construir Capillas con todos los elementos indispensables para la celebración del culto.
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