Nicolás Gervasio Labrid, fue canónigo de la Iglesia Catedral de León de Francia. El Papa Benedicto XIII lo consagró Obispo y luego lo destinó a la Guayana. Llegó a Trinidad en 1733 y se hospedó en la Casa del Gobernador mientras le venía las Bulas y Pase de su Majestad el Rey Carlos. Estando en el Delta del Orinoco donde ya se había familiarizado y convivía con la comunidad Caribe fue sorprendido y muerto por varios de ellos, al igual que el Subdiácono Pedro Labranier y el Talarista Luis Lagrange. El Pbro. Guevara Carrera dice que en el Libro I de entierros que se custodia en el Archivo de la Catedral de Guayana, consta que el Obispo y sus acompañantes fueron enterrados por Fray Dionisio de Barcelona, en la Iglesia de Santo Tomás de Guayana, el 25 de febrero de 1731, en contradicción con la versión según la cual fue asistido después de muerto por Fray Benito de Molla, quien lo hizo sepultar en San José de Oruña y tomó su piedra Ara para colocarla en el Altar Mayor de la iglesia de San Antonio de Carona.
Lo cierto de todo esto es que como se dijo antes, la trágica muerte del Prelado terminó con el problema que inquietaba al Gobernador de la provincia de Guayana Agustín Arredondo(1726-1731), de tener en su jurisdicción a un Vicario de nacionalidad francesa que virtualmente habría estado conspirando contra los intereses del Rey de España.
El Padre Hernán González Oropeza, en entrevista personal que le hizo quien esto escribe, reafirmó que todo esto de veras terminó con la muerte trágica de Labrid, cuya Bula fue presentada en Guayana la Vieja y reconocida como auténtica por los grandes autores de la Historia de Guayana como son Caulín y Gumilla. Ambos escribieron, sin embargo, una Historia diferente porque suponían que Labrid cuando vino a Guayana lo hizo por puro amor a Dios, cuando en realidad hay cartas del prelado en las cuales él informa al Gobernador de Martinica haber encontrado un sitio donde establecerse y que bastaba con que enviara unos cuantos soldados para que se establecieran en el lugar, con lo cual ya se estaba poniendo al servicio de los intereses políticos de Francia en contra de España que evidentemente era lo que temía el Gobernador Arredondo, habiendo por ello pedido a los Caribes la eliminación del Prelado y sus acompañantes que fue lo que realmente ocurrió. Sea que los indios Caribe hayan matado al Obispo Labrid por cuenta y riesgo propios o sea que obedecieron a la consigna política del Gobernador, para el investigador Hernán González Oropeza, este hecho tiene una importante significación en la Historia de Guayana.
El primer prelado que visitó Guayana fue Juan López Agurto de la Mata, Obispo de Puerto Rico, el 23 de febrero de 1634, siendo Gobernador don Luis Monsalve (1629-1635). La diócesis de San Juan de Puerto Rico comprendía los territorios orientales de la actual Venezuela, incluyendo a Guayana y Margarita. Y ese mismo año, el 20 de noviembre, el Papa Urbano VIII lo designó Obispo de la Diócesis de Venezuela que entonces tenía su sede en Coro. Fue él, precisamente, quien promovió y logró su traslado a Caracas, pero escaso tiempo duró su episcopado, pues falleció el 24 de diciembre de 1637.
Otro prelado que desde Puerto Rico visitó Guayana, ya no Guayana la Vieja sino Angostura que tenía dos años de fundada, fue el Obispo Mariano Martí, quien recibió la consagración episcopal en La Guaira el 17 de enero de 1762 de manos del Obispo de Venezuela, Diego Antonio Diez Madroñero. Al llegar a Puerto Rico, Martí se identificó pastoralmente con el medio Al año siguiente de su llegada emprendió Martí una visita pastoral de su diócesis que duró cinco años (1763-1768). A la de la ciudad de San Juan de Puerto Rico siguió la visita del resto de la isla, y luego pasó a los anexos: Cumaná (1764-68), Barcelona (1765), Margarita (1766), Trinidad (1766) y Guayana - Orinoco (1766-1767), visitó villas y misiones y alabó la labor de los misioneros capuchinos y jesuitas.
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